Risto Mejide:"Be water my friend(Anuncio BMW)".
Risto Mejide no tiene ni idea de cantar, pero sabe dar la nota. Con un buen repertorio de broncas, se ha metido al público en el bolsillo y se ha convertido en estrella de 'Operación Triunfo' .
Para convertirse en el más famoso de 'Operación Triunfo' no hay que saber cantar. Hay que saber vender. Y eso es precisamente lo que ha hecho consigo mismo Risto Mejide, el despiadado miembro del jurado que cada semana fustiga con sus críticas a los concursantes y que incluso se permite lanzar puyazos envenenados a estilistas y profesores del programa. Basta que aparezca en pantalla, con gesto impertérrito y estampa de haber huido de una peli de Tarantino, para que se disparen los audímetros y el temblor de canillas de los 'triunfitos' a los que va a hostigar. Frases como «el jurado está fascinado contigo, por primera vez hemos visto a alguien capaz de aburrir hasta la saciedad al público», «que lloréis está muy bien, porque eso genera audiencia» o «este año estaba preocupado porque no había ningún hortera y tú hoy me has dejado tranquilo» le han aupado al podio de la fama. Pero, tan brutales son sus declaraciones y tan agresivo su look, que en la calle y en Internet cunden sospechas de que se trata de un personaje ficticio. Y, claro, no ayuda nada a acabar con la maledicencia el hecho de que no conceda entrevistas -hasta ahora, sólo Buenafuente ha tenido ese privilegio- y tampoco que tenga un nombre tan novelesco como Risto Mejide Pero lo que más suspicacias provoca es su profesión. Porque el azote de 'OT' es, a sus 31 años, un reputado publicista que trabaja en la prestigiosa agencia SPCF, que tiene clientes como Ikea, J&B y Gallina Blanca. ¿Acaso ha puesto en práctica todo su arsenal de conocimientos para convertirse en una estrella mediática? ¿Es posible que su indumentaria de mafioso sea sólo un envoltorio y su talante borde una impostura?Alfons Cornellá, un reconocido experto en tecnologías de la información que le dio clase en sus años universitarios, augura que está llamado a figurar «en el 'top five' de la creatividad mundial». Vamos, que recursos no le han de faltar si lo que quiere es hacer un montaje. Y, sin embargo, quienes conocen a este cerebrito de la publicidad, autor de la onmipresente campaña de BMW en la que Bruce Lee dice eso de 'Be water, my friend', aseguran que no hay ni trampa ni cartón. Al parecer, esa mala leche que se ha convertido en el mejor reclamo televisivo es crónica y ya se pudo comprobar el pasado verano en Antena 3, donde el publicista catalán hizo sus pinitos televisivos en el programa 'El invento del siglo', presentado por Carlos Sobera. Su labor era similar a la que realiza en 'OT': poner a parir a supuestos inventores que llevaban al espacio sus artilugios de todo tipo. Y vaya si lo hacía Tanto, que Sobera no dejaba de repetirle que era «igual de duro que Clint Eastwood», aunque Risto no veía el parecido por ninguna parte: «¿Pero no me digas que no, tío, pegas a los concursantes unas hostias impresionanates, si sólo te falta echar un escupitajo!», le espetó el presentador vasco. Cuando se pregunta si el mal carácter del creativo es algo fingido, Sobera se muere de risa, como si una música de western le estuviese rondando por la cabeza. «Puedo asegurar que, con cámaras o sin cámaras, es un provocador -explica-. Pero también es supersimpático y todo un profesional. Yo, desde luego, guardo un grato recuerdo de él». Pacto de silencioA pesar de las incendiarias broncas de Mejide, que tan buenos resultados de audiencia brindan ahora a Telecinco -con su piquito de oro ha conseguido que sus nominaciones alcancen cuotas del 44,4%, muy por encima de la media del programa-, aquel formato estival se fue al traste, pero no resultó un fracaso del todo. Al menos, para él, que ya había sembrado la semilla del mal en televisión y había dejado entrever a los productores lo que era capaz de hacer. Sólo tuvo que esperar un poco para que Gestmusic, promotora de 'OT', recogiera su guante. La jugada no ha podido salir mejor: Risto es el hombre del momento, no hay foro de Internet que no le dedique unas líneas ni revista que deje de alabar su capacidad para abducir con sus duras palabras a los espectadores. Su halo de misterio ha contribuido a acrecentar su fama. Mejide no quiere saber nada de los medios de comunicación y ha impuesto un pacto de silencio entre quienes le rodean: ni en la agencia donde trabaja ni en el entorno de 'OT' contestan a ninguna pregunta relacionada con él. «De momento, no quiere salir en la prensa, son sus normas», explica una persona cercana a su entorno laboral. Así que Risto sigue siendo un enigma, como el Triángulo de las Bermudas o las caras de Bélmez. «Dice que a él todo ese tema de la fama no le va, que es publicista y que su trabajo en la tele se limita a su labor de jurado. No quiere meterse en esa dinámica », recalcan las mismas fuentes. Claro que ese hermetismo ha logrado acrecentar aún más el interés del público: ya cuenta con su propio imitador en el programa de Buenafuente, 'Risto Mejode', la revista de los 'triunfitos' quiere sacar en su edición navideña unas gafas de imitación como las suyas e incluso ha sido víctima de los paparazzi, que le han retratado cuando paseaba con su novia por la calle y le han convertido en portada de 'Diez Minutos', resquebrajando un poco el escudo con el que intenta proteger su intimidad. Otra fisura en su 'sistema de seguridad' son sus antiguos alumnos de la Universidad de Barcelona Esade -donde él obtuvo su licenciatura en Dirección de Empresas- que, como ya no pueden sufrir represalias, hablan de él sin tapujos, aunque conservando el anonimato por si acaso. Uno de estos ex estudiantes, que trabaja en el blog www.absolutbcn.com, dice que nunca olvidará la primera vez que le vio entrar en el aula, con unas supergafas de «cristales amarillos» -iba «más alternativo que ahora»- y con los mismos ademanes chulescos que luce en la tele. Los estudiantes, que estaban «flipando con su vestuario», le tomaron por un compañero más, por el friki de la clase, y casi sufren una lipotimia colectiva cuando anunció que él era el profesor. «Es que era muy joven, no tendría más de 28 años -justifica aún azorado el alumno-. Así que pensamos que mejor no reírse más, por lo que pudiera afectar a nuestras notas ». Por lo que se ve, su carácter intimidatorio ya era acusado en aquella época. Estudiante de chinoEso sí, además de una indeleble sensación de miedo, Risto dejó en sus alumnos otro tipo de impronta: un acusado sentimiento de admiración. «Yo lo definiría como un genio contemporáneo, eso sí, muy prepotente. Se notaba que leía muchísimo Hasta estuvo estudiando chino durante dos años, se veía que le gustaba aprender cosas nuevas», revela con cierta devoción el ex estudiante, fascinado también por el hecho de que su ex profe hubiese trabajado para músicos como Britney Spears, U2, Radiohead, Lou Reed y Luz Casal. Tendrá un mal genio endiablado, pero vuelve a crecer la hierba por donde pasa.Queriendo o sin querer se ha convertido en la aspiración de todo triunfito: ser un «buen producto». Y está claro que se está aplicando su propia receta, porque, según censura a los chicos de la Academia, «dejarse eclipsar es imperdonable». Y en esas está él, en brillar todo lo que pueda. Estudiante aventajado, jurado severo, compañero simpático, profesor duro y cultivado, creativo brillante Poco a poco, el complicado puzzle que conforma la personalidad de Risto Mejide se va completando. Las piezas que aún faltan -esas que él tan sabiamente administra- son las que dibujarán su verdadero carácter, pero puede que nunca aparezcan y que Risto termine siendo un fascinante rompecabezas inacabado.
http://www.youtube.com/watch?v=tsbWzkYXTMQ
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